
Durante nuestro road trip por el sur de Francia, visitamos la ciudad de Albi. Esta ciudad episcopal, se la conoce como la Ville Rosè o ciudad roja por la predominancia del ladrillo en el muro de sus construcciones, con el sol toman un color aún más rojizo.
Albì está situada a orillas del río Tarn en la región de Occiana a casi 70 km de Toulouse. Desde el año 2010 forma parte del patrimonio mundial de la UNESCO. El encanto medieval se conserva hasta nuestros días en excelente estado y nos permite recorrerla e imaginar la vida en esas calles estrechas mientras visitamos el casco histórico.
Henri de Toulouse Lutrec nació en esta ciudad y el museo con sus obras (lienzos de juventud, retratos, cuadros de burdeles, estampas sobre el mundo del espectáculo, etc.) se encuentran en el histórico Palacio Barbie.
Recorriendo las orillas del Tarn y el puente viejo podremos apreciar la imponencia de la catedral de Santa Cecilia de Albi. Al acercarse a la ciudad, desde cualquier punto, sobresale, imponente, la catedral, por su altura y por lo majestuoso de su campanario, faro que orienta el camino e invita a acercarse. Esta obra de arquitectura domina la ciudad Un edificio gótico meridional que es la mayor catedral de ladrillo y pintada de Europa. Cuando caminamos entre casas de entramado de madera, nos acercamos al edificio y podemos observar los altos muros que miden 40 metros de altura y la torre-campanario alcanza los 78 metros. Los esbeltos muros conforman una sola nave marcando al visitante el poder divino. Este templo fue levantado por orden del arzobispo inquisidor Bernard de Castanet en el siglo XIII, con la intención de dar un golpe de efecto a la “herejía cátara”, que hacía temblar el poder de la iglesia de aquella época. La Catedral fue construida entre los años 1282 a 1380 y consagrada el 23 de abril de 1480, las pinturas murales bajo el órgano representan el juicio final que data de finales del siglo XV.
La bóveda realizada entre los años 1509 y 1512 por pintores italianos de Bolonia mide cerca de 100 metros de largo y 20 metros de ancho. Estilo renacentista italiano que muestra una enciclopedia bíblica sobre fondo azul y oro evocando el cielo alrededor de Cristo en la Gloria.
El gran órgano con cuatro teclados, tiene unas dimensiones extraordinarias, data del siglo XVIII siendo uno de los mejores de Francia. Fue construido por Christophe Moucherel entre los años 1734 a 1736.
Llama la atención la disposición del altar, debajo del órgano con una orientación contraria a la que correspondería y esto se realizó en el año 1980 para favorecer la participación de los fieles durante la liturgia. El altar original se encuentra en el lado opuesto detrás en el coro, detrás del muro que parece un gran telón blanco de encaje.
El coro de finales del siglo XV es el ´Santo de los Santos´de la catedral, donde los canonigos cantaban el oficio a la gloria de Dios y celebraban la misa diaria. Las estatuas del exterior del coro representan a los personajes del antiguo testamento y las del interior los del nuevo testamento.
Es sin lugar a dudas una verdadera obra de arte.
Con sus 151 metros, el Puente Viejo de Albi es uno de los puentes más antiguos de Francia. Construido hacia 1040, fue antiguamente un elemento defensivo durante la Guerra de los Cien Años, y luego, en el siglo XV, acogió a familias. Entonces se alojaban en casas con entramado que atravesaban la calzada.
Albi es una ciudad de mucho encanto que invita a ser descubierta disfrutando cada rincón.
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